¿Aún no sabes qué cosas positivas te puede aportar reducir tu estrés laboral y poner el foco en la conciencia plena? Te las contamos.
Convivimos con el estrés en multitud de situaciones de nuestra vida diaria. Una de las facetas en las que más lo sentimos es en el entorno laboral. Un 28% de los trabajadores dice experimentar presión o estrés mientras desempeña sus labores profesionales. El mindfulness pretende reconducir el estrés y todos los inconvenientes que genera, para la salud del trabajador y para la empresa, mediante una mejora de la atención con la conciencia plena.
Pasamos a hablar uno por uno de los principales beneficios de practicar mindfulness:
1. Mejora el bienestar interior de la persona. El estrés hace que la brújula de nuestros pensamientos esté desviada. El trabajo para conseguir una atención consciente, mediante el autoconocimiento y la gestión de nuestros conflictos y eventos internos, hace que la persona priorice tareas, labores y objetivos. Con esto, se centra en lo importante y aprende a cuidarse para buscar su verdadera esencia.
2. Ayuda a controlar el estrés y reducir la ansiedad, así como otros problemas de salud psicológica. Un estilo de vida acelerado conduce al estrés y a elevar los niveles de cortisol en el organismo. Esta hormona que se libera como respuesta al estrés hace que la presión arterial aumente e incida en nuestro estado de salud. Combatir el estrés y manejarlo permite poner freno al avance de posibles problemas psicológicos como depresión o ansiedad.
3. Permite dar cauce a la creatividad. Con la presencia del estrés perdemos el foco y nos cuesta más trabajo concentrarnos al igual que formar parte de procesos creativos. Al reducir el estrés, el cerebro cuenta con mayor campo de acción para liberar la imaginación y la creación de ideas.
4. Desarrolla la inteligencia emocional. El autoconocimiento y la práctica de la autocompasión nos hace potenciar nuestras habilidades a la hora de resolver conflictos internos o externos.
5. Mejora las relaciones interpersonales. Relacionado con el punto anterior, una mayor inteligencia emocional nos hará tener más presentes a los demás y poder establecer vínculos más duraderos y sanos.
6. Aumenta la capacidad de concentración y la productividad. Tras liberarnos y centrarnos en lo verdaderamente importante, alcanzamos cotas más elevadas de productividad. El tiempo que dedicamos a las tareas es menor y eso nos hace ser más eficientes y felices con nuestro trabajo.
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