Flexibilidad, feedback y reconocimiento fueron los tres aspectos que tratamos en la primera parte de ‘Las claves para ser un buen líder’. En el post de hoy continuamos con más cualidades para ejercer un liderazgo empresarial efectivo:
·Ejemplo. El éxito de un líder comienza por dar ejemplo. Tener un buen ejemplo de referencia como Gandhi o Mandela no basta. La siguiente frase resume la idea: “La palabra convence, el ejemplo arrastra”.
·Fuerza. Para ser un líder efectivo se debe irradiar fuerza mental, emocional y espiritual. Solo un líder “fuerte” puede provocar cambios en los demás.
·Emociones. El líder no solo es racional, sino también emocional. Un buen líder es capaz de gestionar emociones tanto a nivel personal, como las de cada uno de los miembros del equipo, como la del equipo en conjunto.
·Vulnerabilidad. Si nadie nace sabiéndolo todo, el líder tampoco. Necesita de su equipo al igual que su equipo lo necesita a él.
·Oratoria. Saber emplear el lenguaje es fundamental para liderar. Un líder debe expresarse a la perfección, emplear analogías, etc. Sus palabras consiguen la fuerza y veracidad que desean transmitir. Grandes líderes que han pasado a la posteridad se les recuerda por sus discursos..Un ejemplo lo tenemos en el famoso “I have a dream” de Martin Luther King.
·Acción. De nada sirve que un líder sepa hablar si no hace lo que dice.
·Ética. Todo líder es antes persona que empresario. Como dijo Henry Ford: “Una empresa que solo hace dinero es una empresa pobre”.
·Pasión. El líder debe contagiar su pasión por el trabajo al resto del equipo. No hace falta decir nada porque haciéndolo se dice solo. El auténtico líder es aquel que entre sus palabras y sus acciones no existe diferencia ninguna.
·Diversidad. Un clima de confianza es la base para gestionar los posibles conflictos derivados de las diferencias individuales.
·Innovación. Promover el cambio es fundamental para seguir progresando.