El blog de NEXTU

En el entorno laboral, como en otros ámbitos, es totalmente normal que ocurran desencuentros. La clave está en aprovecharlos para que el conflicto aporte un nuevo prisma a la empresa y se refuercen lazos.

La mayoría de los conflictos tienen su causa principal en la falta de comunicación. Ya sea por un comentario que no ha sido escuchado de manera total o un enfrentamiento en el que los partícipes han alzado la voz más de lo necesario para no oír al otro, hay que sentarse, dialogar y gestionar de manera eficiente el conflicto.

En el entorno empresarial aún queda mucho por hacer para que las mujeres y los hombres tengan las mismas oportunidades y retribuciones. Una de las herramientas básicas para conseguir que ambos géneros puedan competir en condiciones similares es poner en marcha un Plan de Igualdad, pero ¿en qué empresas esto se convierte en una práctica de obligatorio cumplimiento?

Más allá de lo que dice el artículo 46 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo —que regula el Plan de Igualdad en la empresa—, esta medida es una apuesta firme dentro de una entidad por unos procesos innovadores y estratégicos que contribuyen a mejorar la eficacia organizativa y la reputación de una empresa.

Introducirse en el mercado laboral lleva aparejado con seguridad afrontar alguna que otra entrevista de trabajo. Lo normal que que si no te dedicas al mundo de los recursos humanos, lo hayas observado como receptor y sabrás cosas básicas: la estructura, el comportamiento, las preguntas que suele hacer el personal de selección, etc.

Aquellos que sí se dedican a gestionar y seleccionar equipos de trabajo sí estarán familiarizados con un tipo de entrevista, popular en Estados Unidos desde la década de los 70, que está siendo cada vez más conocida en nuestro país: la entrevista de incidentes críticos.

En el seno de muchas empresas aún se sigue percibiendo que la partida económica destinada a la formación de sus empleados se aprecia como un gasto y no como una inversión. Lo que dicen las cifras es otra cosa bien distinta. Las empresas con empleados más formados obtienen mejores cotas de productividad y rendimiento, con lo que contribuye a mejorar el crecimiento.

En Nextu somos defensores de la formación y el desarrollo continuo en la empresa porque aumenta la productividad, se consigue la excelencia desde el compromiso de todas las personas que forman parte de la organización y proporciona un mejor clima laboral y una mejor imagen de la empresa (interna y externa). Las organizaciones no solo deben preocuparse por cómo son vistas desde fuera. La reputación de una empresa también se dibuja de labios de sus empleados. Un proyecto empresarial que apuesta por la formación continua de su plantilla y su desarrollo tanto personal como profesional, es un imán para atraer al mejor talento y retener al que ya tiene.

Quien ha iniciado una aventura empresarial conoce que el camino en muchas ocasiones atraviesa momentos de soledad, incomprensión e indecisión. En un entorno laboral que cada día es más cambiante, cada vez es más necesaria en las empresas la presencia de un coach ejecutivo.

Aunque puede ser un término conocido, es preciso aclarar cuál es la función del coach ejecutivo. Este profesional es un guía que acompaña al empresario, directivo o responsable de la empresa con el objetivo de exprimir lo mejor de sí mismo y potenciar el crecimiento personal y profesional.